El mapa, que comenzó a publicarse en 2028/19, brinda información sobre la distribución espacial de los diferentes cultivos. “La información de campo es clave para poder entrenar algoritmos de clasificación para generar los mapas utilizando imágenes satelitales y estimar la precisión y el grado de error de los mapas generados”, señaló Diego de Abelleyra, investigador del Instituto de Clima y Agua del INTA. “La información generada constituye una base para conocer la historia reciente de siembra de cultivos en Argentina y describir la dinámica de cambio de especies sembradas, rotaciones, dominancia de grupos de especies, intensidad de siembra e incidencia de monocultivo”, explicó De Abelleyra.
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