Se encamina de este modo, según ya advirtió la NASA, a ser el mes más caluroso que se haya registrado en la Tierra, y posiblemente en más de 100.000 años. Las olas de calor de este mes hubieran sido “prácticamente imposible en un mundo sin el cambio climático causado por el hombre”, concluyeron esta semana un grupo de científicos europeos del World Weather Attribution (WWA). Argentina, por su parte, también batió sus propios récords en la última temporada. El verano pasado sobrevivimos diez olas de calor, cuando lo normal es atravesar entre cuatro o cinco. Fue el más cálido del que se tienen registros en el país, según informó el Servicio Meteorológico Nacional, que debió agregar un nuevo color en sus mapas para graficar el fenómeno extremo. También fue el más seco de los últimos 30 años. “Es importante diferenciar un evento particular a una recurrencia de eventos. Cuando uno ve que estos eventos son más frecuentes, o se dan cada vez más eventos extremos por año, es que se empieza a atribuir a un cambio en el clima de la región”, explicó Esteban Zúccaro, analista de Información Meteorológica y Climática en el Servicio Meteorológico Nacional.
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