La mayor empresa privada de Estados Unidos declaró unos beneficios netos de US$3.810 millones en el ejercicio cerrado el 31 de mayo, en comparación con el récord deUS$6.690 millones del periodo anterior, según muestran documentos vistos por el columnista de Opinión de Bloomberg Javier Blas. Los beneficios se vieron afectados por un descenso en el negocio de carne de vacuno de Cargill, perjudicado por la mayor escasez de suministros de ganado estadounidense desde 2014, y un exceso de pollo que erosionó las ganancias. Aun con la caída, fue el cuarto mejor año de la comercializadora de cosechas. Según los documentos, los ingresos anuales de Cargill aumentaron un 7,1%, hasta alcanzar la cifra récord de US$176.700 millones. Sin embargo, un aumento del 61% en los gastos por intereses, junto con mayores costes de reestructuración, depreciación y otros gastos, erosionaron los beneficios. Los costes más elevados se produjeron justo cuando las restricciones por la pandemia estaban remitiendo y los precios de las cosechas se estabilizaron tras la invasión de Ucrania por Rusia en 2022.
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