El presidente estadounidense, Joe Biden, y el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, mejoraron su fría relación, pasando de un incómodo choque de puños el año pasado a un firme apretón de manos hace un mes, cuando anunciaron el Corredor Económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC, por sus siglas en inglés). El proyecto, lanzado para reforzar los enlaces de transporte y comunicación entre Europa y Asia a través de redes ferroviarias y marítimas, es beneficioso para la región, pero también dice mucho de la política exterior estadounidense, "que, en pocas palabras, consiste de cualquier cosa que fomente los intereses estadounidenses contra China", remarcó a la BBC Ravi Agarwal, editor en jefe de la revista Foreign Policy.
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