Líderes de Asia firmaron este domingo en Hanoi el megatratado que incluye a los diez miembros de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (Asean) además de China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. Entre todos los miembros suman casi un tercio de la población mundial y el 29% del Producto Interno Bruto del planeta. La idea del RCEP nació en 2012 y fue vista como una forma de China, el mayor importador y exportador de la región, de contrarrestar la influencia que Estados Unidos estaba tomando en Asia-Pacífico bajo el gobierno de Barack Obama. "A corto plazo, el RCEP puede causar algún desvío comercial, limitar el crecimiento en el comercio entre América Latina y Asia", dice a BBC Mundo Jack Caporal, experto en comercio del Center for Strategic & International Studies (CSIS), con sede en Washington. "Sin embargo las normas comunes harán más fácil para las compañías de América Latina con presencia en Asia hacer negocios allí", afirma Caporal. "Una cuestión importante para los países de América Latina es si persiguen la integración con Asia individualmente o de forma conjunta como a través de la alianza del Pacífico (TPP) o Mercosur", agrega.
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