Durante mucho tiempo ha habido evidencia de que el Kremlin aspira a separar la Internet rusa del resto del mundo. "Cuando la gente salió a las calles en 2011, 2012, creo que el Kremlin se dio cuenta del poder que tienen Internet libre y las redes sociales para la democracia, para la gente, para las protestas", dijo. Pero a pesar de los esfuerzos del gobierno, Rusia no está lista para hacer el cambio a un DNS doméstico, dijo Epifanova. "El sistema de su implementación es tan poco transparente que simplemente no sabemos en qué etapa se encuentran ahora", dijo. Otro factor es la dependencia económica y tecnológica de Rusia del mundo exterior. A diferencia de China, otro país que ha controlado estrictamente el acceso a Internet, el intento de Rusia de construir una “Internet soberana” es relativamente reciente. El país está mucho más integrado en Internet global y mucho más dependiente económicamente del acceso que proporciona.
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