Los mataderos de toda Europa están presionando para bajar el precio de la carne de cerdo, con mayor o menor éxito. La situación muestra una oferta baja de cerdos, pero con una demanda también baja. La interna es baja por la inflación y las vacaciones veraniegas, mientras que las exportaciones a terceros países son menores, debido a varios motivos. Por un lado, China está recuperando su producción y otros grandes importadores como Japón y Corea tienen existencias elevadas. Por otro lado, el precio del porcino UE no le hace competitivo en el mercado internacional frente a otros exportadores (EEUU, Canadá y Brasil). Además, los elevados costes de almacenamiento (energía) desalientan el uso de la congelación. En Estados Unidos, la tendencia estacional es que los precios de la carne de cerdo caigan cada mes hasta fin de año. En la semana 34, los sacrificios de cerdos ascendieron a 2,5 millones de cabezas, cifra un 3,7% superior a la de hace un año. Incluso con menores pesos de canal de cerdo, el volumen de carne que llega al mercado es alrededor de un 7% mayor que hace unas semanas. En China, el precio de la carne de cerdo a 30 de agosto se sitúa en 17,20 CNY (2,18 euros), precio estable respecto a la semana pasada. Parece que los ganaderos chinos quieren sacar cerdos a la venta, lo que podría revertir la tendencia de precios.
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