La Comisión Europea, responsable de velar por el cumplimiento de las normas de competencia en la UE, está facultada para aprobar la fusión con o sin condiciones tras una evaluación preliminar. Por otra parte, si la Comisión detecta problemas graves, podría iniciar una investigación detallada de cuatro meses. El Consejero Delegado de Bunge, Greg Heckman, se ha mostrado optimista sobre el proceso de aprobación, sugiriendo que la fusión podría evitar la necesidad de vender activos debido a la fuerte competencia en los mercados de materias primas de Canadá, Estados Unidos, Brasil, Argentina, China y algunas regiones europeas.
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