La empresa californiana llegó a valer 125 mil millones de dólares en bolsa y acumulaba todo tipo de servicios, desde chats tipo mensajería. De esta inmadurez del mercado, Yahoo se sumergió en un montón de tonterías. Miserables compras multimillonarias, como el servicio de alojamiento web GeoCities en 1999 y los blogs de Tumblr en 2011; anverso y reverso de los gerentes; inexactitud en su producto; oportunidades perdidas para adquirir Facebook y Google; y el robo en 2014 (aunque se conoció dos años después) de más de 500 millones de cuentas de clientes y contraseñas fueron poniendo clavos en el ataúd.
Para evitar la firma definitiva de su certificado de defunción, en 2016 vendió la mayor parte del negocio a Verizon por 4.400 millones de euros, poco más de una décima parte de lo que Microsoft había ofrecido a la empresa diez años antes. No funcionó. "Verizon pensó que podía ofrecer más servicios digitales, como inteligencia artificial y ciberseguridad, con la compra de Yahoo, pero no sucedió. No logró integrarlo "
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