Atrapar el viento en el mar se ha convertido en un pilar del futuro energético del continente. Por primera vez, en 2020, las energías renovables superaron a los combustibles fósiles como la principal fuente de energía, proporcionando el 38% de las necesidades eléctricas de los europeos. Aunque todavía eclipsada por los parques eólicos en tierra, la energía eólica marina está avanzando por sí sola. En 2020, Europa aumentó su capacidad costa afuera en 2.9 GW, y hoy con más de 5,000 turbinas costa afuera genera un total de 25 GW de capacidad instalada en doce países. Sin embargo, esto todavía está muy por detrás de las ambiciones de la UE de depender de al menos 60 GW de capacidad costa afuera para 2030 y llegar a 300 GW para 2050. La Comisión Europea también quiere que la contribución actual del 3% en alta mar al mercado eléctrico aumente a 15% en 2030 y 30% a mediados de siglo.
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