El foco está puesto no sólo en asegurar el abastecimiento en el mercado interno, sino también en tener volúmenes de equilibrio para las exportaciones. Para la carne, se busca generar más oferta. El plan será concretamente subsidiar 3,1 millones de toneladas de trigo y 1,5 millones de toneladas de maíz que en la práctica están destinadas a la producción y el consumo de la bolsa de 25 kg de harina de trigo 000, la bolsa de 25 kg de harina de trigo 0000, fideos secos en paquete de 500 g y por último el pollo frío o congelado. Las empresas exportadoras deberán aportar alrededor un total de u$s150 millones y el monto se calculará por las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) que declaran periódicamente. El fondo estará administrado por el Gobierno y mantendrá una mesa de diálogo permanente con los actores de la cadena como la industria molinera y la avícola. Además, en estos momentos se evalúa la posibilidad de que tenga vigencia hasta el 2024.
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