La propagación de la influenza aviar sigue afectando a la producción avícola y a los mercados agroalimentarios en Estados Unidos. Desde enero de 2022, cuando la influenza aviar H5N1 fue detectada en aves acuáticas silvestres en Estados Unidos, el virus ha afectado a más de 136 millones de aves, incluyendo explotaciones comerciales, aves domésticas y poblaciones silvestres. En los últimos años, también ha comenzado a infectar mamíferos, incluyendo especies como gatos (domésticos y salvajes), osos, mapaches y leones marinos. Uno de los hallazgos más preocupantes es la infección en ganado bovino, un fenómeno inesperado dado que hasta ahora no se consideraba que esta especie fuera susceptible a la influenza aviar. Los efectos observados incluyen una disminución en la producción de leche y un aumento en la tasa de abortos espontáneos. El impacto en la industria avícola ha sido inmediato. De acuerdo con las proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), los precios de los huevos podrían aumentar un 20% en 2025, en comparación con una subida del 2,2% estimada para el conjunto de los alimentos.
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