En 2018 se lanzó el Compromiso Europeo del Pollo (ECC por sus siglas en inglés). Es una iniciativa lanzada por ONGs de protección animal para mejorar el bienestar de los pollos de engorde. Este Compromiso va más allá de las exigencias de la UE. Más de 300 empresas, tanto de la industria como de la distribución, entre las que se encuentran Nestlé, Danone, Unilever, Kraft, IKEA, Mark&Spencer, Dr. Oetker o KFC, se han unido a la iniciativa. Estas empresas tendrán que cumplir que antes de 2026, toda la carne de pollo que usen, tanto fresca como congelada o procesada, proceda de pollos a los que se les haya mantenido en condiciones más exigentes de bienestar, como una densidad máxima de 30 kg/m2, sin jaulas, con luz natural, un mínimo de 50 lux de iluminación, espacio con perchas, ser de determinadas estirpes, ciertos requerimientos en la calidad del aire y utilizar determinados sistemas de aturdimiento en el sacrificio.
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