| El caso, conocido como “Operación Token Mirrors”, puesto en marcha desde la oficina del FBI en Boston, puso en evidencia la manipulación de mercados a gran escala. El FBI no solo observó desde la barrera, sino que decidió infiltrarse activamente en el ecosistema cripto al crear una empresa ficticia, NexFundAI, y un token propio en la cadena de bloques Ethereum. Este token, diseñado como una trampa, permitió a la agencia descubrir y desmantelar una red de actores que participaban en prácticas ilícitas, como el pump and dump y el wash trading, con el objetivo de inflar artificialmente los precios de los activos y luego venderlos con, perjudicando a quienes invertían en dichos tokens.
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